Los estudiantes de la promoción SAVIOR´S 2018 del Colegio Del Sagrado Corazón de la ciudad de Sucre en Bolivia, vivieron la experiencia de su Campamento Trabajo del 26 de agosto al 4 de septiembre, en la comunidad de Sarufaya.
Durante 10 días brindaron mano de obra en diferentes actividades que buscan mejorar las condiciones de vida de dicha Comunidad.
Los objetivos de este Campamento son:
- Servicio a los más necesitados.
- Tener un trabajo vivencial de la realidad de las personas del campo y de sus condiciones de vida.
- Pensar en el papel que debo asumir, en el presente y sobre todo en el futuro, para mejorar la situación de pobreza y marginación de tantos hermanos nuestros.
- Realizar un trabajo social, signo de compromiso que debe tener un estudiante de nuestro Colegio, con los más desfavorecidos de nuestra sociedad.
- Cooperar con nuestro trabajo y dedicación en alguna mejora, que beneficie a la Comunidad que nos acoge.
- Convivir en fraternidad y solidaridad con los compañeros de nuestra Promoción, tanto en el trabajo, en la oración, como en el descanso.
Los trabajos realizados fueron empedrado de la escuela, refacción de la capilla, mejoramiento del huerto, mantenimiento del cementerio, acopio de piedras, elaboración de adobes y pintado de la cancha de la Escuela.
Esta experiencia permite a nuestros estudiantes a:
Ser conscientes de la injusticia
Conocer y entender que uno de los más grandes problemas de nuestra sociedad es la pobreza, pobreza que genera desigualdad, desigualdad que acarrea un sinfín de problemas sociales: pandillas, criminalidad, impunidad, exclusión, violación de la dignidad humana, etc.
Sin embargo no es suficiente saber que existe pobreza.
Debemos sensibilizarnos frente a este problema que principalmente nos orienta a la humanización ética: “antes que ser cristianos debemos ser humanos”, respetar la dignidad de las personas, ser conscientes de que como buenos humanos debemos cambiar las condiciones de vida de aquellos menos favorecidos, obviamente esto implica muchos desafíos por las características propias de los diferentes entornos. Sin embargo debemos agradecer la oportunidad que tenemos como Colegios Jesuitas el hecho de contar con las herramientas necesarias para ser capaces de enfrentar estos desafíos y no ser indiferentes ante esta realidad, en nuestras manos está la posibilidad de cambiar el mundo y soñar con un mundo mejor. El ser parte de experiencias vivenciales que nos permitan conocer más de cerca otras realidades es el paso fundamental para reafirmar el compromiso que tenemos como humanos , como ignacianos darnos la oportunidad de mejorar la calidad de vida con nuestro trabajo de aquellas personas que no tuvieron la suerte de contar con buenas condiciones de vida.
De nosotros depende aportar en algo al cambio de muchas realidades buscando siempre ser más para servir mejor.
Ser competentes para transformar la vida.
Para asumir estos desafíos y ser agentes de cambio la formación permanente es importante formarnos no solo para beneficio propio sino para servir a los demás.
Ser capaces de plasmar en acciones concretas la formación característica de la Compañía de Jesús.
Ser competente implica tener un proyecto de vida con y para los demás, tener la capacidad de transformar nuestra realidad y la del mundo.
Ser compasivos frente a la desigualdad
Tener fe es tener confianza en Dios. Y sentir esa confianza nos permite analizar nuestro compromiso con la fe y la justicia, que es la tarea que Dios nos encomienda. Son dos las plataformas sobre las que debemos trabajar: Sentir plena confianza en Dios y anunciar el reinado de Dios, que es el proyecto de Dios para el mundo: lograr un mundo diferente y mejor es posible.