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Escrito por Sabina Barone, Coordinadora Campaña por la Hospitalidad – RJM
“En esta Navidad de 2015 la Campaña por la Hospitalidad se acerca a cumplir su segundo año de vida. Las numerosas organizaciones y las nueves redes latinoamericanas que participan en esta iniciativa, FLACSI y la Red Jesuita con Migrantes entre ellas, apostamos por trabajar conjuntamente para fomentar una cultura del respeto de los DDHH de las personas migrantes, refugiadas o desplazadas, revertiendo la imagen negativa de ellas y promoviendo el valor de la hospitalidad.
Empezamos en diciembre de 2013 con la invitación a descubrir la hospitalidad en el corazón de la Navidad y ese llamado no ha perdido vigencia desde entonces. La violencia, los abusos y la desprotección que padecen las personas migrantes, refugiadas o desplazadas nos siguen convocando a cambiar nuestra manera de actuar, a nivel personal e institucional, y a comprometernos con la construcción de sociedades abiertas, equitativas y justas para todas las personas, con independencia de su lugar de origen.
A lo largo de estos dos años se han producido numerosos recursos comunicativos, educativos, de pastoral y de incidencia que están a disposición de cualquier organización que quiera sumarse a la campaña (mira la sección de Recursos en el blog de la campaña, aquí).
Hace poco, en ocasión del Día Internacional del Migrante, el 18 de diciembre, la Campaña por la Hospitalidad se ha pronunciado pidiendo que las políticas de gestión migratoria vigentes en la región de Latinoamérica y el Caribe cumplan con los DDHH y con los principios de protección internacional.
Migrar es cada vez menos una elección libre y más una opción impuesta por nuevas causas (entre ellas: el desastre natural o ambiental y la violencia generalizada) que se suman a las circunstancias económicas adversas, generando flujos de movilidad forzada y exigiendo medidas específicas de protección.
Sin embargo, la respuesta de los Estados sigue siendo inadecuada, cuando no son éstos responsables del agravio de la vulnerabilidad de las personas migrantes o desplazadas forzosamente. Se invierte más en obstaculizar el camino de las personas migrantes, que en atender sus circunstancias, identificar los casos que merecen protección especial y favorecer la integración social. La complejidad y los costes de los procesos administrativos, la aplicación arbitraria o incompleta de las normas y los prejuicios erigen muros legales, económicos y sociales que excluyen a las y los migrantes tan duramente como las vallas y los muros físicos.
Frente a los tantos muros que niegan la dignidad y los derechos de las personas migrantes y/o desplazadas forzosamente, la Campaña por la Hospitalidad insta a los Gobiernos a seguir los ejemplos de hospitalidad de la Sociedad Civil, como demuestra la red de 60 albergues para migrantes que recorre México, y a implementar medidas que reconozcan a los migrantes como sujetos de derechos que contribuyen al desarrollo de nuestras sociedades, si están plenamente integrados.
Entre ellas, recomendamos la puesta en marcha, de manera coordinada entre los Estados, de corredores humanitarios y de procedimientos ágiles para la identificación de personas con necesidades de protección internacional, unos procesos administrativos simplificados, asequibles y eficientes para la obtención de la residencia legal o del estatus de refugiado, el acceso oportuno a la información y a la orientación legal, en el marco de sistemas normativos que posibiliten la libre circulación de las personas y la garantía de sus derechos.
Apostamos por la hospitalidad como el horizonte y el camino para construir sociedades solidarias, sin discriminaciones o exclusiones: ¡la hospitalidad rompe los muros de la hostilidad!
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Puedes leer el texto completo de la Declaración del Día Internacional de la Persona Migrante en: www.campañaporlahospitalidad.com
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