Nicolás Cisneros – Colegio De la Inmaculada, Perú
La minería ilegal en el Perú, su impacto negativo en el ambiente y el Laudato Si’ como solución
“Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos.” Papa Francisco (Carta Encíclica: Laudato Si’)
Considero que gran parte de conflictos y problemas de distintas índoles son causados por un innecesario pero incesante e inherente individualismo, el peor de los virus que puede tener una persona. Buscar el beneficio propio, sin tomar en cuenta el beneficio común ha llevado a bastantes consecuencias negativas en la historia de la humanidad. Perú, mi país, no es la excepción de lo dicho anteriormente y un claro ejemplo de esto es la situación actual de la minería ilegal.
La minería artesanal ancestral resurgió a comienzos del siglo XXI, debido a un vacío en el marco jurídico establecido en ese año, y sufrió una metamorfosis hasta convertirse en la minería ilegal que ahora se conoce. Este tipo de minería, al funcionar al margen de la ley, no necesitan contar con las medidas de seguridad necesarias para proteger al ambiente de sus acciones. Por mencionar solo algunas de las consecuencias, la minería ilegal en el Perú causa contaminación por mercurio, produce erosiones forzadas, deforesta, acumula desmonte, contamina el agua y hace desaparecer el hábitat de este.
En mi opinión, el hecho de evadir descaradamente la ley para fines netamente individuales, no es sino la acción más condenable del ser humano. Esta evasión se vuelve mucho más grave y mucho más reprochable cuando además de actuar en contra de la ley y la ética, se daña el medio ambiente, hogar de todas las especies. Lo más paradójico de todo es que los actores de la minería ilegal están cometiendo a su vez una especie de suicidio, pues dentro de las especies que habitan el lugar que ellos destruyen, se encuentran ellos mismos.
El Papa Francisco hace un interesante y acertado llamado a nuestros tiempos. Es hora de velar por los intereses de todos y no por los de algunos, porque al fin y al cabo esta casa es de todos y es nuestro deber y derecho ser responsables de su cuidado. Este llamado llega hasta la zona más remota del planeta porque en todos los lugares se producen actos individualistas que dañan el ambiente. Nuevamente, Perú no es la excepción de este convocatoria. Considero necesario y urgente pensar y actuar a favor de nuestro planeta. Claro está que el receptor de este llamado no son solo las autoridades, que tienen una innegable gran influencia en este problema, sino también todos los ciudadanos que lo leen. Comenzar el cambio por acciones pequeñas, a nivel familiar o cívico, es lo más oportuno que podemos hacer nosotros como participantes comprometidos con nuestra casa. Eso deberíamos tenerlo claro todos, y así, trabajando en conjunto, evitaríamos que acciones como la minería ilegal afecten negativamente al planeta.
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