Angel Trucco – Colegio de la Inmaculada Concepción, Argentina
Desde mi postura opino que el rol que deberían tener todos los estudiantes es el de:
- Fomentar la integración dentro de los colegios.
- Colaborar al apoyo mutuo dentro y fuera de clases.
Respecto a lo primero puedo decir que en muchos colegios de Argentina, la integración entre alumnos, docentes, directivos y familias no es uno de los primeros objetivos; ésta falta de comunicación es aún mas grave cuando estamos refiriéndonos a alumnos adolescentes: están llenos de dudas, preocupaciones, problemas, etc. los cuales, si no se trabajan en conjunto con la institución y los padres, harán que esta persona piense que se encuentra sola en este complicado mundo que se le presenta cada vez más imponente. Por esto, es esencial también que exista un espacio de acompañamiento al alumno (tutores, psicopedagogos, etc.) en todas las instituciones, ya sean públicas o privadas.
El apoyo mutuo se presenta como un objetivo difícil en la actualidad, principalmente en las escuelas públicas de mi país, a causa de que actualmente existe una desvalorización de la educación, de cualquier esfuerzo que nos permita desarrollarnos para el futuro; parece que sólo se piensa en el “bienestar” presente sin pensar en la verdadera felicidad que puede ser conseguida en el futuro luego de esfuerzo y del cumplimiento de metas que verdaderamente apunten a lo que estamos llamados a ser.
En mi opinión, el problema de la educación Argentina es, en gran parte, social. La falta de atención a los sectores bajos y el clientelismo político que nació en los últimos gobiernos crean una idea de que el esfuerzo no es necesario para subsistir. Así, comienzan a aparecer los robos, asesinatos a causa de estos, y surge la inseguridad que crea una tensión permanente y extiende la brecha entre sectores altos-medios y sectores bajos.
Quería destacar la labor que hacemos desde mi colegio (Inmaculada Concepción de Santa Fe), en el “aprendizaje en servicio”, que realizamos desde nuestros primeros años de primaria hasta el último año de secundaria. Es una experiencia enriquecedora que nos ayuda a ver otras realidades (concurrimos a instituciones de chicos con problemas auditivos o de vista, talleres con chicos de sectores bajos, asilos de ancianos) y poder ponernos en el lugar del otro para luego ,cuando seamos adultos, tener la convicción y capacidad necesaria para ayudar a la integración , que nos permitirá lograr el respeto, la solidaridad y la contención necesarios en el ámbito educativo.
Desde Educate Magis