Bruno Salvador Florián – Colegio De la Inmaculada, Perú
La educación peruana ha presentado falencias en su sistema desde que el Perú se estableció como república. Es predecible este factor, en una sociedad en la cual una cultura material y de alineamiento prevalece hasta la actualidad. Lo anterior se ve evidenciado en el rechazo social hacia las personas procedentes de la sierra y selva. El centralismo, es causa directa de esta alienación, y a la vez genera estos cambios abismales entre la calidad de la educación en varios sectores. Si aquel factor le agregamos las grandes diferencias entre los privados y públicos, las deficiencias en los docentes peruanos, y el ambiente en el que el un estudiante peruano vive, se puede comprender la decadencia del sistema educativo.
Uno de los grandes problemas del sistema es la brecha existente entre la educación privada y pública en Perú es demasiado amplia, siendo esta última deficiente en tanto en el ámbito cognitivo como en el de la formación del ser humano. Aquello es de esperarse, en un sistema en el cual al alumno no se le considera como fin último. Se opta por metodología memorística, en la cual no hay gran interacción entre profesor-estudiante, produciendo así a una juventud mecánica. Los textos que se usan son prueba de lo anterior, ya que son en cierta forma enciclopédicos-por la gran cantidad de contenidos-. La cuestión está en que normalmente en escuelas públicas, e incluso en privadas, estos suelen usarse como una especie de “biblia” de la materia, sin mayor interacción sobre los temas, así limitando y hasta degradando el alcance de la información relevante.
Ahora, este problema se presenta tanto en Lima como en los otros departamentos del Perú, pero sin duda alguna se ahonda en estos últimos, por el centralismo existente. Se puede observar que al ser un Estado que solo vela por el bienestar de Lima, es por ello que los colegios fuera de la capital presentan aún más deficiencias, y no terminan formando a personas para que puedan mejorar sus condiciones económicas, sino a mediocres que están augustos con su situación deplorable-por supuesto con algunas excepciones-. Entonces a causa de este país centralista, se denigra la educación y con ella a los habitantes, imposibilitando la movilización social, creando así un estado estratificado similar a los sistemas feudales de la edad media.
Otro factor fundamental es que el ser profesor no representa, en ningún sentido, una carrera atrayente ni digna de respeto, inclusive puede ser factor de burla en algunos casos, ya que te pagan con prácticamente un salario no muy superior al mínimo (1300 soles aprox). Entonces, si a esta falta de motivación le agregamos que el ambiente en el que viven termina siendo tanto en ámbito de infraestructura, como en el de obtención de un material de trabajo adecuado, podemos entender cómo es que existe una gran deficiencia en el conocimiento de varios adolescentes peruanos. En el caso de los privados, mejora notablemente la situación, pero aún la paga no muy satisfactoria como lo puede ser en otras carreras. La cuestión está en el prestigio de la carrera, ya que en la conciencia peruana prevalece esta creencia que ser un profesor lo puede hacer cualquiera y no se necesita de demasiada instrucción académica, ya que existen demasiadas personas incapaces trabajando de docentes. Mientras que el profesor esté por debajo de la pirámide socioeconómica es imposible tener siquiera alguna esperanza en la mejora de la educación peruana.
Considero una gran equivocación con respecto a los políticos peruanos priorizar factores como la seguridad ciudadana y la economía sobre la educación, con ello no me refiero que estos no tengan ninguna importancia, sino que la educación es igual o incluso más relevante por el factor formativo que posee sobre la persona. La economía, la seguridad, el bienestar general de un país mejora si la formación del individuo es la adecuada. La educación es la base de todo sistema que se puede aplicar en el mundo, y es por esto que, como diría Nelson Mandela, la educación es la mejor arma para cambiar al mundo. Es por ello que es necesario una reforma educativa en los planes de gobierno de los presidentes, si es que de verdad desean el bienestar de la población a largo plazo. Perú debe dejar de ser mediocre, centralista y preocuparse por el mejoramiento del sistema educativo para lograr el cambio que toda la sociedad espera.
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