Casi 400 jóvenes destinan sus vacaciones a servir a los demás
Nota enviada por Colegio Seminario – Uruguay:
Durante la primera semana de vacaciones de invierno (del 1 al 8 de julio), los alumnos pertenecientes al Movimiento Castores del Colegio Seminario –junto a alumnos de otras instituciones jesuitas (FLACSI)- participaron del Pachacutí, un campamento de trabajo que se realiza en distintos destinos del país, en el que los chicos realizan servicios que consisten principalmente en construcciones y reparaciones de viviendas, escuelas y capillas. El nombre del campamento proviene del guaraní y su significado es “mundo al revés”, lo que refleja el sentido que se le busca dar a esta semana.
La dinámica del Pachacutí, y todas las actividades que en este se hacen, buscan que los participantes puedan profundizar en los tres pilares del Movimiento Castores: Servicio, Grupo y Fe. Adicionalmente, una dimensión muy importante del campamento es la austeridad. Durante la semana se trata de que ellos puedan vivir lo más sencillamente posible como forma de valorar lo vivido y poder estar “más atentos” a la experiencia. También es muy enriquecedor para todos, el contacto con cada una de las comunidades de los lugares a los que se va a trabajar.
Al comenzar el campamento los chicos fueron divididos en veintiún grupos con los cuales convivieron y trabajaron toda la semana, compartiendo largas jornadas de trabajo, momentos de oración, reuniones sobre diversos temas, liturgias, y también momentos de ocio y esparcimiento. A través de esto, los diversos grupos fueron transformándose en comunidades que enriquecieron la experiencia vivida por los propios chicos, generándose momentos para compartir sus experiencias, interpelarse mutuamente sobre diversos aspectos de sus vidas y rezar juntos.
La última noche del campamento, todos los grupos que trabajaron separadamente durante la semana se juntaron en el Colegio de la Sagrada Familia (en San José de Mayo) perteneciente a los Hermanos de la Sagrada Familia, quienes amablemente todos los años permiten que se dé este reencuentro para celebrar juntos lo vivido. Esa noche se hizo un fogón preparado por los propios Castores, y a la mañana siguiente se celebró la Eucaristía (presidida por el P. Marcelo Coppetti S.J., Rector del Colegio Seminario y concelebrada con los jesuitas Fabián Antúnez S.J., Alberto Draper S.J., Alberto Michelena S.J. e Ignacio Rey Nores S.J.) junto a muchas de las familias de los participantes, que se acercaron especialmente para acompañar a sus hijos en la misa de cierre.
Alrededor de 400 personas (coordinadores, capellanes y chicos, entre uruguayos, argentinos, chilenos y estadounidenses) trabajaron en veintiún puntos, abarcando nueve departamentos, y vivieron la gracia de recibir la visita de varios obispos de las diversas diócesis en donde trabajaron, que se acercaron para acompañarlos en los lugares de trabajo.
El P. Marcelo Coppetti destacó “el deseo de los chicos de ponerse al servicio de los demás”, y cómo los marca “de alguna manera, esta experiencia de austeridad, de compartir la misma suerte de la gente a la que van a ayudar, vivida en un clima de profunda alegría y descubriendo el valor de lo sencillo”. El Rector además expresó que “era tal la alegría que los chicos contagiaban, que a un grupo de padres le surgió las ganas de vivir una experiencia parecida”.
El Pachacutí fue una experiencia en donde la presencia de Dios se hizo muy tangible, y donde, gracias a muchas personas que colaboraron, los chicos y las comunidades que los recibieron pudieron vivir un “mundo al revés”.
