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Boston: “Ignacianos por Haití, una buena noticia que contarles”

 

“Ignacianos por Haití: una buena noticia que contarles”

 

Rafael Galaz

Secretario Ejecutivo FLACSI

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Tenemos una buena noticia que contarles!!

 

Estamos trabajando en RED y no sólo como una red de Colegios del continente americano y el Caribe; sino también como una red intersectorial, donde distintas obras de la compañía y obras de colaboradores, que comparten una misma inspiración y que componen este cuerpo apostólico, aportan sus talentos en sus ámbitos de trabajo, al servicio de una causa común…

Queremos presentarles nuestro programa llamado “Ignacianos por Haití”.

Un programa cuyo objetivo es disponer nuestro cuerpo apostólico al servicio de uno de los lugares que más necesita en nuestro continente: Haití.

A través de la herramienta de incidencia más potente y duradera: La educación.

Y con la fuerza más grande que podemos desplegar: La profunda convicción en el incalculable valor de toda persona humana, en su dignidad y derechos, y desde la experiencia del amor personal de Dios.

“Ignacianos por Haití” es un cuerpo que se sostiene en 2 piernas.

La primera y fundamental, ya que es el objetivo central de todo el programa, se constituye en un proyecto de apoyo a la gestión de una obra Jesuita que trabaja en Haití llamada “Foi et Joie”. Que es una fundación miembro del movimiento para la educación popular y promoción social Fe y Alegría.

Nuestro proyecto de cooperación internacional, involucra un equipo multidisciplinario de profesionales voluntarios de distintos países, trabajando en la Oficina de Planificación y Desarrollo de Foi et Joie, en conjunto con los colaboradores de esta institución. Con esta fundación Flacsi ha suscrito un convenio, con el fin de realizar un diagnóstico, proponer un plan y posteriormente llevar a cabo su ejecución, cuyo propósito fundamental, es contribuir al mejoramiento de la educación en Haití, considerando tres aspectos:

  1. Infraestructura: Es decir,  Equipamiento y mejoramiento de las escuelas de Foi et Joie en Haití.
  2. Formación: Con Programas para los docentes haitianos responsables de la enseñanza escolar.
  3. Oportunidades de escolarización: A través de un plan que permita otorgar una educación integral y de calidad, para que más niños, puedan tener acceso a este derecho.

Tanto los voluntarios como el líder del equipo son seleccionados por la Fundación América Solidaria, con la cual Flacsi y Foi et Joie suscribieron también un convenio. Así, anualmente y durante los tres años que se extiende el proyecto, estos profesionales trabajan en terreno, en Haití, desde la realidad que allí se vive.

Esta es una de las piernas que sostiene a “Ignacianos por Haití”, cómo les dije, somos un cuerpo que se sostiene en 2 piernas.

Si una pierna es lo que hacemos en Haití, la otra es una Campaña Solidaria para recaudar los fondos que financian el proyecto y cuyos protagonistas son los Estudiantes de Primaria y Secundaria de nuestros colegios.

Es una buena noticia que el proyecto se financia con el apoyo de los colegios jesuitas e ignacianos, de las distintas redes de la Compañía de Jesús, quienes realizan la campaña en cada institución educativa. Todos juegan un rol: Nuestros profesores desarrollan la tarea de contextualizar y llenar de contenido a esta propuesta, los equipos directivos lo instalan como una prioridad dentro del programa de actividades sociales del colegio y los estudiantes con su creatividad e ímpetu, organizan sistemas creativos de recaudación y sensibilización para levantar los fondos que requiere el programa.

Así, a la dirección de  la campaña, compuesta por 2 personas, le toca la tarea de dinamizar a los colegios, ofrecer materiales y hacer eco de las exitosas experiencias de colaboración que nacen de cada colegio a través esencialmente de internet. Cada colegio adapta a sus criterios culturales y locales la campaña, utilizando su ingenio al servicio de esta causa. Todas las ideas son buenas y el espíritu que guía es uno para todos.

Por lo mismo, en la lúdica de nuestra propuesta hay una interesante experiencia de iglesia.

La campaña solidaria “Ignacianos por Haití”, tiene una duración de tres años: 2011 a 2013 y el proyecto tiene una fase inicial también de 3 años, es decir del año 2012 al 2014.

Con esta campaña y el proyecto que financia, se logra no sólo la sensibilización y un conocimiento más profundo de la realidad y necesidades de Haití, sino que además se crea una instancia de solidaridad y apoyo dinámico y creativo, que permite a nuestros colegios realizar acciones concretas por la educación, que junto con la fe y la justicia, son a nuestro entender el motor para el verdadero desarrollo de las sociedades y pueblos.

Nuestra fortaleza ha sido la libertad con que miramos los riesgos de nuestro programa, que podrían ser consideradas incluso como debilidades, si son vistos sólo desde la perspectiva de la inmediatez y la eficiencia. Y eso ha sido tremendamente valorado por nuestros estudiantes. En una sociedad que cada vez más mira sólo resultados y metas, nosotros los invitamos a reconocer y valorar la experiencia de recorrer con calma y tomar el “sabor” de los aprendizajes del camino hacia nuestros objetivos. Cada campaña realizada por cada colegio ofrece la alegría de ser humildemente un ladrillo interdependiente a los demás.

Creamos una experiencia efectiva de trabajo en red, donde nadie puede quedar fuera, porque su valor no está puesto en el tamaño de los montos que se recauden y ni siquiera en el dinero mismo, sino en la voluntad y creatividad de las acciones que suponen nuestro compromiso para ser una red y que cada pequeño aporte toma su peso en la suma de todos los esfuerzos.

Una experiencia donde todos los actores de las redes, nos comprometemos a extender nuestra responsabilidad del ámbito local, en nuestra ciudad, al ámbito nacional y finalmente a una visión de cooperación internacional a escala de nuestros estudiantes, diversa y multicultural donde recordamos en pequeños gestos nuestra tremenda oportunidad de generar impacto.

Nuestros frutos son principalmente 3:

1. Visibilidad de un cuerpo apostólico educativo renovado y más consciente en que el nuevo modo de proceder es el trabajo colaborativo.

2. Haber realizado en Haití un proyecto de baja inversión y alta incidencia al haber fortalecido una institución a través del mejoramiento de su planificación.

3. Por último. Hemos logrado una experiencia de trabajo intersectorial con obras de la Compañía de Jesús y otros colaboradores.

Muchas Gracias!