Nota de cpal.org
El viernes 16 se realizó el cambio de Presidente de la CPAL, en el marco de una Eucaristía que reunió a jesuitas, colaboradores y amigos en torno a Jorge, que tomaba el testigo, y a Ernesto, que lo entregaba después de seis años y medio de servicio. Estuvieron presentes 33 jesuitas de las comunidades de Rio y otras ciudades de Brasil, y alrededor de setenta colaboradores laicos –hombres y mujeres– de las obras de la Compañía, miembros de la CVX, ACVM… Jorge leyó su homilía en portugués, inspirada en el evangelio del día, recogiendo la razón y sentido de la misión que le han encomendado, y confiando en que la magnitud de esa tarea se verá compensada con la colaboración del equipo que le acompañará en su gestión.
«En esta América latina una y distinta, ¿qué significa amar a Dios primero, que se traduce en el servicio del hermano más necesitado? Desde la espiritualidad ignaciana es la pregunta continua por la misión que concreta nuestro amor primero. Y nuestra respuesta quiere ser…
Hacer hermano al más pobre y excluido, al migrante, a los pueblos originarios y los
desplazados, a las víctimas de la violencia.
Construir la unidad desde la diversidad de culturas que se reconocen en la fraternidad
de los hijos de Dios y hacen posible el diálogo.
Aprender a dialogar desde una actitud nueva, que se dispone a aprender del de abajo, del que hemos clasificado como ignorante, y que descubrimos que es a ellos que Dios ha revelado su sabiduría, a los pequeños y despreciados de este mundo.
Y dar la palabra y protagonismo a los pobres y a los jóvenes. A quienes con su osadía inexperta son capaces de atreverse a salirle al encuentro a Dios por caminos inusitados para nosotros.
La Compañía de Jesús en América Latina reafirma estas como sus tareas pendientes. Y quiere orientar su cuerpo de personas e instituciones, sus redes, su tradición y su capacidad de nacer cada día, al servicio que nace de una manera nueva de ver la historia, desde la mirada de un Dios trinitario que contempla la diversidad del mundo.»
Ernesto habló al final de la Eucaristía para agradecer estos años al frente de la CPAL y pedir oraciones para la nueva etapa de vida y trabajo en Cuba y Haití, a donde ha sido destinado por el Padre General.
A continuación, en las instalaciones del colegio San Ignacio, se tuvo la recepción, saludo al nuevo presidente y confraternización entre los presentes, todo ello en un ambiente cálido y familiar.