En Santiago de Chile se realizó el cambio en la dirección de FLACSI. En su oportunidad el P. Alex Pizarro, S.J. hizo entrega de su gestión al P. Hugo Alexis Moreno, S.J. de la Provincia de Colombia, recientemente nombrado por el Presidente de la CPALSJ.
En una jornada de trabajo para dar continuidad a los programas que se desarrollan, participaron el P. Andrés Aguerre, S.J. en su calidad de Vice-Presidente saliente y el Director Ejecutivo, Sr. Rafael Galaz. El nuevo Vice-Presidente, quien no pudo estar presente, es el P. Saul Cuautle SJ de la Provincia de México.
Entre los temas de la agenda de trabajo estuvo la continuación de la etapa de implementación del Sistema de Calidad de la Gestión Escolar que finalizó la etapa piloto en 10 colegios de la región y ahora comienza su etapa de incorporación paulatina de los otros colegios. Una vez entrados todos en régimen, significará tener una poderosa herramienta de dinamización de la calidad de los colegios y de información para mejores tomas de decisiones para los Provinciales y las direcciones de los respectivos colegios.
Junto en el Sistema de Calidad, se revisó el Programa Ignacianos por Haití que entra en su fase final el 2015. En la actualidad permanece en Haití un equipo que colabora en la construcción de la institucionalidad de Fe y Alegria-Haití como un referente importante para la Educación en Haití. Este programa se financia con el aporte y entusiasmo de 74 Colegios de Flacsi y 14 de la red de Colegios Jesuitas de USA y Canadá (JSEA).
Finalmente entre otros de los programas, se revisó la programación de las redes de homólogos, en donde destaca la apertura de una línea especial de trabajo con los Homólogos de Pastoral y Formación. Con el horizonte puesto en apoyar la identidad de nuestras instituciones y con la colaboración de la nueva Provincia de España, quienes generosamente prestan su experiencia y estrategias para apoyar este particular ámbito que define muy fuertemente lo propio de un Colegio Jesuita, como lo es la formación de Hombres y Mujeres que con una profunda experiencia religiosa los habilite como agentes transformadores de la realidad.