Fe y Alegría o Foi et Joie es una red que trabaja con FLACSI en forma estrecha. Actualmente desarrollamos un trabajo conjunto para la educación en Haití a través del Programa y Campaña “Ignacianos por Haití.
Nota de http://foietjoietchad.org
Del 15 al 21 de Febrero, Fe y Alegría Chad ha recibido la visita del P. Ignacio Suñol sj, coordinador de la Federación Internacional de Fe y Alegría. Durante su estancia en la región de Guéra, el padre Sunol visito algunas de las diecisiete escuelas de la red Fe y Alegría 1 en Mongo, el Foyer st Ignace (FyA 2) en Mongo y al equipo la red Fe y Alegria 3, en Bitkine. Tambien tuvo oportunidad de compartir impresiones con los padres de alumnos de la escuela de Djégere (FyA 3). El coordinador de la Federación Internacional también asistió el 18 de febrero a la inauguración del nuevo edificio de la escuela de Golonti. En estos días, Ignacio Suñol ha tenido oportunidad de entrevistarse con el P. Antoine Berilengar sj, Presidente del Consejo de Administración de Fe y Alegría Chad, el P. Joaquín Ciervide sj, Director Ejecutivo de Fe y Alegría Chad, y Monseñor Henri Coudray, obispo de Mongo, entre otras autoridades.
Poco antes de su partida, Ignacio Suñol compartió con nosotros sus impresiones de la visita
“Lo que más me ha impresionado –comenta el P. Suñol- es que aquí hay una imagen clara de lo que debe ser Fe y Alegría. Es un trabajo muy visible de educación de personas en situación de pobreza. Una educación popular, en el sentido de que está fundada en un trabajo con la comunidad, muy participativo. Se cree en el trabajo y el aporte de la gente. Es una educación que piensa que no es sólo el equipo de Fe y Alegría el que realiza las acciones pedagógicas sino que es indispensable la participación de los padres, de los jefes de cantón, de las autoridades. Y cuando uno ve esto se da cuenta de que está en una Fe y Alegría”.
“Otra cosa que me ha causado buena impresión – prosigue el coordinador de FyA – es el equipo. Bien estructurado, competente. Además de la competencia, se da la primera de las competencias, que es la ilusión en el trabajo, en la entrega. Y es un equipo que vive inmerso en una Fe y Alegría que crece de un modo fuerte”.“También me ha gustado la diversificación en el trabajo, que por el momento tiene un carácter inicial. En Fe y Alegría [Chad] 2 se ven acciones que no son puramente académicas sino que atienden la formación de las personas desde otros ángulos, con actividades culturales como los talleres de teatro o de cuentos”.“Otra cosa que me ha dejado muy buena impresión es que la gente cree en Fe y Alegría. He tenido la oportunidad de estar en varias escuelas, en varias reuniones de padres de alumnos. El modo como se expresan, como comprometen su participación, es muy claro y convencido. En la inauguración de la escuela de Golonti, las autoridades tuvieron palabras muy elogiosas del trabajo de Fe y Alegría, de su compromiso y de lo que se espera de ella”.
“También, hablando con los compañeros jesuitas y con Monseñor Henri Coudray, obispo de Mongo, he constatado que creen en Fe y Alegría. La han apoyado en su nacimiento, la siguen apoyando y la consideran como una obra propia de la compañía y del vicariato. Esto es alentador”.
Uno de los aspectos que más han llamado la atención del coordinador de Fe y Alegría es el carácter de la gente de Mongo:
“En lugares tan áridos, y con tanta carestía, -explica Ignacio Suñol- uno podría pensar que el modo de ser de las personas podría ser también árido, como el clima. Y en estos días que he estado por aquí me he dado cuenta de que todo el mundo, sin excepción, es sumamente amable, también con sentido del humor. La gente es muy cercana en el saludo y en el recibimiento. Esto es de admirar. Te quedas con una cierta envidia… Si uno tuviera menos años y pudiera dedicarse a otro trabajo, este es indudablemente uno de los lugares en los que me gustaría trabajar”.
“Me gustó mucho poder reunirme con la gente de Djéguere – prosigue Suñol-. Sentados sobre la estera, junto con las autoridades del pueblo. Hablamos en tres lenguas. A pesar de la dificultad de la lengua, la afinidad en lo que hacemos nos permitió comunicarnos perfectamente. Fue un momento de vivencia con la comunidad, sencillo y pleno, con una acogida y un trato muy humanos”.
Por último, el coordinador de la Federación Internacional de Fe y Alegría quiso dar un mensaje al equipo de Chad:
“Fe y Alegría Chad es aún una Fe y Alegría muy inicial, son sólo cinco años, pero en este tiempo se ha hecho mucho. Algo importante es controlar siempre la dinámica de crecimiento para no olvidar nunca la calidad y el tiempo de maduración de la participación comunitaria. Como dicen aquí, me gustaría decir « bravo » y « courage » (ánimo, en francés). Hay que seguir trabajando y pensar mucho cómo puede ser Fe y Alegría en esta “versión cultural”, para nosotros nueva. Perseverar en el esfuerzo”.“Deseo que el interés de cada persona por Fe y Alegría vaya creciendo. Con un diálogo al interior del equipo, para que puedan avanzar todos juntos, sabiendo que todos participan de la misma tarea, de las mismas tareas. Y que todos avancen conjuntamente”.
“Fe y Alegría está sola en África, pero desde el otro lado del océano la estamos mirando y observando. Hay un muy buen deseo y una gran voluntad de que Fe y Alegría, a través del ejemplo de Mongo y de Chad, sea un modelo para el crecimiento de Fe y Alegría en otros lugares de África”.