Desde el 2017 nuestro querido Instituto Jesuita Sagrada Familia (Córdoba, Argentina) viene trabajando mucho y con amor en la implementación del Sistema de Calidad en la Gestión Escolar (SCGE). Este año nos toca cerrar la etapa de acompañamiento y permanecer como Colegio en el proceso para la mejora continua. Siempre es un buen momento para hacer memoria agradecida del recorrido y es, en cierta forma, lo que intentamos hacer en cada paso nuevo que damos.
Me voy a tomar la licencia de comparar la experiencia vivida el año pasado y los planes de avanzar en el SCGE, frente a la pandemia mundial, con la experiencia de San Ignacio de Loyola ya iniciado este año jubilar. La experiencia de descubrir en lo inesperado la gracia y la mano de Dios obrando.
Aún cuando creímos imposible dedicar tiempo, en un contexto que nos exigía cambios constantes para continuar con la labor educativa, decidimos continuar trabajando en las tres comisiones que se formaron para la Etapa de Mejora: PCI, Comunicación y Roles y Funciones. Volver a pararnos donde habíamos quedado era irreal. Todo había cambiado. Y sin embargo, asumimos el desafío. Con el acompañamiento constante de las profesionales de apoyo del sistema, siempre atentas a cada detalle, comprensivas y cercanas.
Cada comisión fue capaz de descubrir nuevos modos de trabajo, que exigieron sin duda reinventarnos, volver a pensarnos. Y desde allí los frutos que surgieron en un clima de trabajo unido, alegre, comprometido. Se fortalecieron los equipos, favoreciendo la identidad y la pertenencia a esta gran familia que conforma la institución, ya no por niveles y ámbitos de trabajo, sino adquiriendo una mirada global y ciertamente más humana.
Nos queda como desafío para este año, contagiar el espíritu de Magis con el que se construyó dentro de cada comisión, para que sirva de tracción al resto de la institución, parafraseando a San Alberto Hurtado, siendo “fuego que enciende otros fuegos”, socializando lo trabajado, consolidando una cultura de autoevaluación constante, que a la vez permita asumir una actitud proactiva y tendiente a la mejora continua de la calidad educativa que soñamos para nuestros estudiantes.
Escrito por Mariel Saravia, coordinadora interna de calidad Instituto Jesuita Sagrada Familia