Del 23 al 25 de agosto en El Progreso, Honduras, se reunieron homólogos de pastoral de la Asociación de Colegios Jesuitas de Centroamérica (ACOSICAM), estuvo también Claudio Solís, coordinador de la Asociación. Luego de este tiempo fuerte de virtualidad debido a la pandemia, los responsables de pastoral son los primeros en volver a reencontrarse de forma presencial.
El encuentro pretendía dar inicio a un proceso por medio del cual la labor de nuestros colegios siga dando pasos hacia la integración curricular en la cual coincidan de forma integrada los ejes que componen nuestro modelo educativo integral: cognitivo, socioemocional y ético-pastoral.
Para alcanzar tal objetivo fue fundamental la lectura meditada, personal y comunitariamente de tres documentos orientadores del trabajo que pretende alcanzar ACOSICAM, tales son: los 10 identificadores globales de los colegios jesuitas (Una tradición viva), las cuatro líneas de reflexión del II coloquio JESEDU-Global 2021 y el Proyecto Educativo Común (PEC) para América Latina.
Los documentos orientadores y la labor encarnada en la cotidianidad de cada uno de los equipos de pastoral fueron el fundamento de las conversaciones espirituales entre pares en las cuales, se gustó la unión de ánimos, la esperanza, y la ilusión por seguir colaborando en la misión, invitados a una constante revisión y renovación en atención a los signos de los tiempos y las sensibilidades de las nuevas generaciones, nuestros estudiantes.
Con un corazón agradecido, se logró llegar a consensuar una propuesta de camino a seguir para mejorar en la integración, dicha propuesta será compartida con los equipos académicos este mes de septiembre. Dicha propuesta comprende que nuestras instituciones deben de apostar por una vivencia transversal de la herencia de Ignacio de Loyola en su espiritualidad, formados en el conocimiento personal, la experiencia de Dios, identificados con la misión apostólica de manera que nuestros colegios se vivan desde una pastoral en escucha, diálogo y para la reconciliación.
Escrito por: Alejandro Cardoze, S.J., pastoralista del Colegio Centro América de Nicaragua