El P. Ignacio Blasco, S.J. dio inicio al ciclo de conversatorios sobre Liderazgo y Gestión en una obra de la Compañía de Jesús. Abordó la integración de la planificación apostólica y el discernimiento ignaciano, resaltando la necesidad de equilibrar las herramientas de gestión estratégica con la escucha del Espíritu y la fidelidad a la misión ignaciana para un liderazgo efectivo en las obras de la Compañía.
En un inspirador encuentro virtual, directivos y colaboradores de diversas obras de la Compañía de Jesús en América Latina se unieron para profundizar en la integración de la planificación apostólica y el discernimiento espiritual, pilares fundamentales para el liderazgo y la gestión en el contexto actual. Este evento marcó el inicio de un ciclo de conversatorios organizado por FLACSI y el Plan de Formación para la Colaboración en la Misión en Centroamérica (PFCAM).
La ponencia central estuvo a cargo del P. Ignacio Blasco, SJ, Director de la Oficina Provincial de Desarrollo Solidaridad Jesuita en Guatemala y experto en espiritualidad ignaciana. Bajo el título "Planificación Apostólica y/o Discernimiento", Blasco exploró la tensión creativa y necesaria entre las metodologías de planificación estratégica contemporáneas y la escucha atenta al Espíritu, sello distintivo del modo de proceder ignaciano.
El P. Blasco destacó que la planificación apostólica, más allá de ser un requisito administrativo, es "un camino de renovación y esperanza", citando al P. General Arturo Sosa. Subrayó que estos procesos no deben ser simplemente técnicos o gerenciales, sino profundamente espirituales, involucrando a toda la comunidad y buscando el "magis" – el mayor servicio y bien – en fidelidad a la misión.
A lo largo de su intervención, recordó las directrices de la Congregación General 36, que hace un llamado a integrar un discernimiento "consistente y participativo" en todos los procesos de planificación dentro de los ministerios de la Compañía. Además, conectó esta visión con las Preferencias Apostólicas Universales (PAU), mostrándolas no solo como objetivos, sino como convocatorias a la conversión que deben impregnar la vida y acción de nuestras obras. Trabajar sectorialmente, estar en constante movimiento, convertirse al Espíritu Santo, cuidar las dimensiones vitales y abrazar la planificación como una oportunidad fueron algunos de los elementos clave resaltados.
También nos compartió una metodología práctica para llevar a cabo una planificación apostólica discernida, estructurada en tres grandes momentos:
📌 ¿Dónde nos encontramos ahora?: Analizar la realidad actual, recopilar la historia de gracia y redescubrir la identidad y misión.
📌 ¿A dónde queremos ir?: Reflexionar sobre los signos de los tiempos, reconocer las llamadas de Dios y elegir prioridades apostólicas.
📌 ¿Cómo llegamos allá?: Traducir las prioridades en acciones concretas y realistas, identificando recursos y estableciendo mecanismos de seguimiento y evaluación continua.
La sesión, que contó con más de 80 participantes, a través de preguntas y comentarios en el chat, fue valorada como "inspiradora" y "clarificadora". Ofreció un marco sólido para que los líderes de obras jesuitas puedan afrontar los desafíos actuales, integrando eficazmente fe y gestión, cabeza y corazón.
