¿Cómo podemos los jóvenes iluminar las oscuridades que se generan alrededor de la migración forzada?
Son personas. Son vidas. Tienen historias. Recientemente se han agudizado y recrudecido políticas y discursos que señalan y juzgan como delincuentes, personas no bienvenidos, que deben ser expulsadas, a aquellas que se han visto forzadas a migrar, sin importar de dónde vienen y porqué, y hacia dónde van y qué les espera “allá”. Estas políticas y discursos terminan creando narrativas de odio y rechazo hacia estas personas. Y entonces, ya no son personas. Ya no son vidas. Parece que pierden su historia, su dignidad y, con ello, la posibilidad de la esperanza.
Quizás no podamos intervenir ni transformar el contexto de los lugares que hace que millones de personas se vean forzadas a migrar. Quizás no podamos ofrecerles oportunidades laborales o materiales para construir nuevos hogares. Pero lo que definitivamente sí podemos hacer es acercarnos a esas personas, conocer algo de su historia, saber de su familia, de su lugar de origen, de lo que buscan y necesitan, despertar en nosotros un poco de empatía y, desde allí, transformar el lenguaje con el que les nombramos para crear otras realidades y narrativas de dignidad y esperanza.
“Sin embargo, el corazón del hombre es también el primer paso de todo camino de pacificación. Alguien podrá decir: ¡Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que solo soy un niño (Jer 1, 6). No sé cómo se construye la paz, no soy una persona culta, no soy un jefe de Estado, sigo siendo un muchacho, y, sin embargo, ya soy muy viejo… Y el mundo ya es demasiado grande, demasiado complicado, demasiado lejano… Pero no están demasiado lejos tu casa, tu barrio, tu lugar de trabajo, tu escuela, porque también la opresión y la intimidación son una semilla de agresión y guerra. Nunca están demasiado lejos tus hermanos y hermanas”. (Esperanza, Francisco, 2025, 41)
Esta es una invitación para estudiantes de colegios FLACSI, para que nos encontremos, reflexionemos juntos sobre esta realidad, y nos motivemos a transformar el lenguaje con acciones concretas que iluminen esas narrativas, y con ello, ponerle un poco de esperanza a las vidas de nuestros hermanos y hermanas que migran, y un poco de esperanza a la humanidad.
ENCUENTRO VIRTUAL CON ESTUDIANTES: “¿Cómo podemos los jóvenes iluminar las oscuridades que se generan alrededor de la migración forzada?"
