Cristián Cox, de Chile, y Esteban Ocampo, de Colombia, resaltaron la importancia de una educación integral en los colegios jesuitas, abordando desafíos como el foco desmedido en la cognición y la separación entre lo académico y lo pastoral-formativo.
El pasado 6 de junio se llevó a cabo la tercera jornada de debates sobre el currículum en la educación jesuita, un evento que reunió a destacados expertos para reflexionar sobre la formación integral en las instituciones educativas de la Compañía de Jesús. Moderado por Juan Carlos Arana, director académico del Colegio Berchmans de Cali (Colombia), este debate ofreció una rica discusión sobre los desafíos y oportunidades en la educación jesuita.
Los dos panelistas fueron: Cristián Cox, sociólogo chileno y doctor por la Universidad de Londres, quien cuenta con una vasta experiencia en políticas educativas, habiendo dirigido la Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educación de Chile y siendo consultor para organismos internacionales como la UNESCO y el Banco Mundial.
Por su parte, Esteban Ocampo, ex-decano de la Facultad de Educación en la Universidad Javeriana de Bogotá, es reconocido por sus numerosas publicaciones en los campos de la cognición, la emoción, la educación y la pedagogía ignaciana.
| Algunos temas clave del Debate:
Se destacó la importancia de una educación que combine virtudes y artes liberales, siguiendo la tradición de la Ratio Studiorum de la Compañía de Jesús. Este enfoque busca formar individuos competentes, conscientes y compasivos.
Los ponentes discutieron el impacto de la inteligencia artificial y la cultura digital global en la educación. La necesidad de adaptar el currículum para abordar estos retos fue un tema central.
Se subrayó la importancia de incorporar dimensiones morales y espirituales en todas las disciplinas académicas, no solo en humanidades y ciencias sociales.
Cristián Cox enfatizó la importancia de desarrollar currículos que no solo se centren en habilidades cognitivas, sino también en la formación integral del estudiante.
Este debate es un paso significativo en el esfuerzo por adaptar la educación jesuita a los tiempos modernos sin perder de vista su misión fundamental de formar personas íntegras y comprometidas con la justicia y la dignidad humana, según el modelo de Jesús.
